lunes, 9 de julio de 2012

Todos los seres humanos somos iguales, sí, pero que los africanos no vengan a Europa


La llamada Francofonía es una organización internacional que designa a todos los francoparlantes en el mundo. En Europa hay 76 millones de personas que se supone que hablan francés, gracias a que se han unido a esta organización Bulgaria, Moldavia y Rumanía. Sin embargo, África es el continente donde más francoparlantes hay, unos 80 millones y eso sin contar Argelia, que tiene el francés como lengua oficial, pero no se ha molestado en entrar en la Francofonía, descontando sus 35 millones de habitantes de las estadísticas de francoparlantes africanos.

Oumar Sankharé, escritor senegalés y profesor en la universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, el segundo africano catedrático de lengua francesa, después de Leopold Sedar Senghor, es un apasionado de la lengua francesa, una eminencia, razón por la cual, debía viajar a París para la reunión organizativa del “Prix des 5 continents”, premio literario organizado por la Francofonía con sede en París, y para el cual Sankharé era el presidente del comité África. 

 El día 20 de junio, se quedó de piedra cuando, en mitad de los trámites de su viaje a París para la mencionada reunión, le llega una comunicación de la embajada francesa en Senegal denegándole el visado para viajar a Francia, a presidir el comité de la mayor comunidad de francoparlantes del mundo. Este rechazo no fue uno más de tantos, enseguida se corrió la voz por la comunidad académica, de escritores e intelectuales de Senegal y la indignación saltó a los principales medios senegaleses.

Cuando la embajada de Francia en Dakar se dio cuenta de su gran metedura de pata, se apresuró a conceder un premio, “les palmes académiques”, al insigne profesor Oumar Sankharé, en el marco de la fiesta nacional francesa del día 14 de julio, (esta vez, un premio sin problemas de visado, la ceremonia sería en la embajada, el 11 de julio, y todo olvidado).

El profesor Sankharé ha reaccionado a esta vergonzosa situación de una forma que mezcla dignidad y corrección, clase e integridad: ha declinado respetuosamente la oferta de este premio, como “señal de protesta” por la falta de respeto de las autoridades del consulado de Francia en Senegal hacia su persona y toda la comunidad de escritores francoparlantes senegaleses y africanos.

Este honroso gesto se hizo en rueda de prensa pública, de acuerdo con el nuevo y flamante ministro de Cultura senegalés, Youssou N'Dour, otra señal de inteligencia, porque si no lo hubiera hecho así, nadie se hubiera enterado de la falta de respeto intolerable que ha sufrido uno de los más prestigiosos académicos de la lengua francesa en el mundo, por… ¿Ser negro? ¿Ser natural de un país pobre?... Que cada uno saque sus conclusiones.

No es esta petulancia exclusividad de los franceses, podríamos hacer una buena lista de casos como este. En 2008, se celebró en Rivas-Vaciamadrid el III Foro Mundial de la Migraciones, me sorprendió ingratamente que algunos ponentes y conferenciantes no estaban como anunciaba el programa porque España les había denegado el visado.

A principios de julio de 2012, los somalíes de las redes sociales echan humo por las orejas de enfado porque Gran Bretaña está negando visados a los atletas de Somalia para acudir a participar en los Juegos Olímpicos de Londres. El país de los diplomáticos británicos aseguró hace unos meses, en febrero de 2012, que estaba profundamente preocupado por la situación de Somalia y los somalíes, y organizó una conferencia internacional para “solucionar” esta situación. En ese momento, muchos somalíes acusaron a los británicos de hipócritas, de querer, en el fondo, repartirse el pastel de los recursos y posibilidades de negocios en Somalia entre actores extranjeros. Sea como fuere, lo cierto es que con esta actitud de rechazo frente a los atletas, los británicos no parecen muy preocupados, ni siquiera interesados por los somalíes. De nuevo, que cada uno saque sus propias conclusiones.

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